La decadencia de la música en TV española
La incultura musical es un problema al que contribuye la escasa presencia de la música en televisión
MARÍA F. CANET
La semana pasada se anunciaba el regreso de Operación Triunfo a TVE. Parece que la emisión del rencuentro de la primera edición a finales del pasado año ha reavivado la nostalgia por este formato. Esta misma cadena ha apostado recientemente por un talent show donde se puede ver a desconocidos cantando con famosos cantantes, o por un programa en el que un grupo de famosos debía adivinar el nombre de una canción cuando las primeras notas sonaban. Una especie de furor 2.0. Telecinco lleva varios años apostando por programas que buscan nuevos talentos como La Voz, La Voz Kids, o Got Talent. La última incorporación a la cadena será un programa dirigido por Jesús Vázquez donde un grupo de famosos tendrá que adivinar la letra de una canción. En Antena 3 no obvian este formato, con Tu Cara Me Suena y Tu Cara No Me Suena Todavía, para dar a conocer “nuevos talentos”. Pero ¿dónde está la música en televisión?
Todos estos programas se presentan como plataformas para nuevos artistas, promesas de la música española en un futuro próximo, pero, en realidad, no parecen dar importancia a la música. El único objetivo es fabricar masivamente productos musicales que obtengan un gran éxito en un espacio de tiempo determinado, para así vender lo máximo posible (discos, conciertos, merchandising…). Con suerte algunos seguirán llenando estadios cuando pase un tiempo, como los Bisbales y Bustamantes. No existen programas en los que se hable de música, en los que verdaderos artistas tengan un espacio donde hablar de sus proyectos o tocar un par de canciones en directo. La música ha quedado desterrada de Televisión.
Sin embargo, hubo un tiempo en el que esto no era así. En los sesenta y setenta era habitual encontrar diferentes programas con actuaciones en directo o espacios para entrevistas. El fin de la dictadura y el boom de la Movida Madrileña supusieron un incremento de la presencia de la música en televisión. Los ochenta fueron años donde la música era la protagonista, una de las vías a través de las que se manifestaban los cambios socioculturales del momento. La cultura estaba presente a diario en televisión, en horarios de máxima audiencia, algo que en nuestros días resulta insólito. Programas como La Edad de Oro, Aplauso o Popgrama eran líderes de audiencia, con una amplia oferta musical y cultural. Incluso, La Bola de Cristal acercaba la música de la época a los niños. En los noventa, la presencia de la música en televisión comenzó a menguar, aunque persistieron programas como Música Sí, o Séptimo de Caballería, ambos programas de TVE, donde se conjugaban actuaciones en directo y entrevistas.
Pero el nuevo siglo llegó con la decadencia de la música en televisión, y el éxito de los talent shows y realitys, especialmente desde el boom de Operación Triunfo. En 2008 hubo un intento de recuperar los antiguos formatos de programas musicales, con No Disparen Al Pianista en la 2 de TVE, pero el programa fue cancelado tras dos temporadas. Hace unos años Kiss TV contó con Santiago Alcanda, uno de los grandes periodistas musicales del país, para conducir The Music Master Class, un programa donde entrevistó a artistas como Leiva o Iván Ferreiro, con actuaciones en directo, que fue suprimido por falta de apoyo económico.
En la actualidad, el panorama es aún más desolador. Los espacios dedicados a la música quedan reducidos a los Conciertos de Radio 3 (que ponen a hora intempestivas en la 2 de TVE), programas remember como Cachitos de Hierro y Cromo y Ochéntame Otra Vez, también en TVE, y recientemente a Historias del Pop conducido por el veterano periodista musical Manolo Fernández (en el canal Non Stop People de Movistar Plus), así como Historia del Pop Español, conducido por José María Íñigo y que comenzó la semana pasada también en Movistar Plus.
Programas como Historias del Pop o Historia del Pop Español son necesarios para que las nuevas generaciones conozcan la historia de la música, tanto la española como la internacional; no conocer la música es no conocer una parte esencial de nuestra cultura. Pero también es muy necesario que existan programas que den voz a artistas actuales y emergentes, ya que la televisión es una importante ventana al conocimiento de nuevos talentos. Por ese motivo es necesario un espacio donde los artistas puedan tocar en directo, así como ser entrevistados por periodistas musicales que nos acerquen a su obra. Todo ello guiado por el criterio de la calidad y dando voz a los buenos músicos, porque no nos engañemos, la música no es sólo cuestión de gustos. La buena música y la mala música existen, al igual que existen el buen y el mal cine, los buenos y malos actores, o la buena comida y la comida basura. Faltan programas sobre música de verdad, donde nos expliquen qué hay detrás de las canciones.
El único objetivo de los talent shows es mostrar productos prefabricados; no músicos. Anulan la personalidad de los aspirantes, para fabricar cantantes a la carta, todos cortados por el mismo patrón, para obtener éxito comercial. La calidad no importa, las canciones no importan. Buscan imitadores de artistas de éxito ya consagrados, no descubrir a talentos diferentes y transgresores. Los artistas que nos ofrecen este tipo de programa no provocarán ninguna revolución musical, son inocuos e intrascendentes. No nos equivoquemos, este tipo de programas no ponen en valor a la música; sólo la perjudican. Buscan entretener mediante un consumo fácil y rápido, y la música no es sólo entretenimiento, es mucho más. La música son emociones, historias, testimonios, es trabajo, dedicación… Y eso no se aprecia en ese tipo de programas. Obviar a la música es obviar una parte esencial de la cultura. Los jóvenes de nuestro país no saben quiénes son Antonio Vega o Enrique Urquijo. Demos gracias si conocen a Sabina. Muchos creen que los Rolling Stones y los Ramones son marcas de ropa, y llevan sus camisetas porque están de moda.
La incultura musical es un gran problema, al que contribuye la escasa presencia de la música en televisión. Sin duda merecemos que los artistas de verdad vuelvan a tener espacios dignos en la pequeña pantalla, y que la buena música llegue a la gente. Estamos a tiempo de cambiar esto, pero el cambio debe ser inmediato.