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El guitarrista Álvaro Suite

El regreso a los orígenes de Álvaro Suite

El músico andaluz publicaba La Xana a principios de año, su primer trabajo en solitario

 

MARÍA F. CANET

Hay un rincón en Cádiz al que Álvaro Suite (Huelva, 1975) siempre regresa para reencontrarse consigo mismo y tomar impulso. Ese refugio es La Xana, la casa de su tío Javier en Campamento, localidad cercana a Gibraltar, que él mismo define como su “útero musical”. Allí descubrió siendo un niño la música de los Bealtes, Creedence Clearwater Revival, Iron Maiden o Lole y Manuel: “En época franquista y tardofranqusita, las bases norteamericanas de Rota y Morón eran la principal fuente de entrada de música; yo iba a casa de mi tío y escuchaba discos que no era tan habituales en ciudades supuestamente más importantes como Sevilla“. El músico ha querido rendir homenaje a esos recuerdos de infancia y adolescencia en su primer trabajo en solitario —titulado como su oasis gaditano—, al margen de su carrera como guitarrista de Enrique Bunbury y de proyectos como Los Labios o Suite: “todo gira entorno a mi familia, mi zona, mis raíces; tras muchos años de bagaje, es volver al recuerdo del inicio”.

Animado por las ganas de encontrar su propia voz, y convencido de que “no quería sonar ni a Suite, ni a Los Labios ni a lo que hago con Enrique”, el músico ha desarrollado un sonido propio, perfilado por maquetas acumuladas a lo largo de los años: “tenía una idea de producción ya definida, y lo siguiente fue escarbar”. El resultado, un disco de calado ochentero producido por Paco Loco, en el que los teclados de Julián Maeso y Víctor Cabezuelo (Rufus T. Firefly) —“ellos le han dado sentido a esto”— han acaparado todo el protagonismo, con el objetivo de “huir del rock setentero que se me atribuye y hacer un disco en el que las guitarras no fueran la base”.

Pese a esa intención inicial, la variedad de estilos se impone. Si ‘La dama que amé’ —cuya letra se basa en una leyenda artúrica que narra la historia de la dama de Chalot— desprende cierta oscuridad neorromántica, “rollo The Cure”, ‘Dices’, destila esencia glam y guiños a clásicos del rock: “tiene un poco de bodeville, de los Kinks y del Lennon de los setenta”. Los sintetizadores brillan en ‘Loop Drama’, un tributo a Bowie; “me afectó mucho su pérdida”, confiesa. Otro de los héroes musicales homenajeados es Antonio Vega; Suite compuso ‘Toda Esa Belleza’ hace diez años, cuando el músico falleció. La balada, un homenaje a la historia de amor de Antonio y Marga, cuenta con la colaboración de Coque Malla: “Cuando estaba con la canción, pensaba en él o en Santiago Auserón; son las dos voces que me trasladan a esa época. Faltaba algo que le diera un punto melancólico, que pasara de ser una canción bonita a desgarradora, y ahí entró Coque”. Homenajes a músicos que “aunque no los conozcas, forman parte de tu vida, incluso más que algunos familiares”, sentencia.

Además de sus propias letras, el guitarrista ha puesto música a dos poemas de su padre, ‘Mientras Duermes’ y ‘Tu Silencio’, que retrata el pánico que produce la falta de inspiración. Otra de las colaboraciones que destacan en el álbum es la de Javi Vega (Maga),  quién puso letra a ‘Parque Rubén Darío’, una composición muy beatle inspirada en el barrio de Sevilla donde ambos se criaron; su particular ‘Strawberry Fields’: “Allí se mudaron muchas familias en pleno baby boom. Había un montón de niños y el núcleo era el parque. A día de hoy, sigue habiendo una conexión brutal entre los que hemos crecido allí”. Entre risas admite que “ya es la canción oficial del barrio”.

Álvaro Suite disfruta de la seguridad que aporta la experiencia y de su camino en solitario: “llevaba muchos años compartiendo responsabilidades, siempre he tenido que delegar o compartir».  Sin embargo, afirma tener «la misma ilusión que tenía antes; me enfrento a nuevos miedos: defender mi propio escenario, mi propio público… Es todo como volver a empezar pero desde casa y arropado por mi gente”. La Xana siempre será un lugar en el que volver a descubrirse.