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Lucinda Williams, la música americana en todo su esplendor

Cruda, directa, íntima y con el alma al desnudo: así es como Lucinda Williams se muestra en este trabajo de emociones exacerbadas, expresadas bajo el paraguas de la música americana

 

ALBERT JANÉS

La etiqueta de música americana aparece como una rama del gran árbol de la música popular en Estados Unidos, y tiene como influencias el sonido de raíces, el mito americano, el blues, el folk y el country, con el añadido de instrumentos eléctricos. En medio de todo ese entramado musical, surge la figura de Lucinda Williams, exponente clave y pionera del concepto de música americana.

Nacida en Louisina en 1953, la cantautora cuenta con una extensa discografía a sus espaldas, la cual empieza en 1979 con su primer trabajo Ramblin’ on My Mind. En 1992, Lucinda edita el álbum Sweet Old World, una maravillosa muestra del gran talento de la artista, y que versa sobre la muerte por suicidio de un ser querido, lo cual asienta la temática del álbum en un terreno muy personal y arduo.

El trabajo empieza con ‘Six Blocks Away’, enérgica y magnífica canción cuya sonoridad está muy cerca del jangle pop de canciones como ‘Almost With You’ de The Church, gracias al uso de una guitarra de 12 cuerdas. Esta tradición fue inaugurada por The Byrds en 1965 con Mr. Tambourine Man (“in the jingle-jangle morning, I’ll come following you”, dice la letra de la canción original de Bob Dylan, de la cual se sirvieron The Byrds para rendirle homenaje y, de paso, dar origen al término jangle en el mundo de la música popular).

‘He Never Got Enough Love’ habla de la carencia afectiva en la niñez y de las desastrosas consecuencias que ello conlleva, narración que, acompañada por la dulce voz de Lucinda y las bellas armonías de guitarras, se hace menos cruda. ‘Sweet Old World’, canción que da título al disco, es una buena muestra del dolor palpitante de Lucinda cuando compuso el tema, y que va desgranando palabra por palabra valiéndose de su preciosa voz que acompaña con unas reconfortantes guitarras y una bonita melodía interpretada con violín, instrumento que va apareciendo a lo largo del álbum y que nos ofrece esa siempre presente conexión con la música folk. ‘Lines Around Your Eyes’ discurre en un terreno mucho más cercano al rock’ n ‘roll, dejando de lado la parte más íntima e introspectiva del disco y nos invita incluso a mover el cuerpo, aunque no por mucho tiempo, ya que el siguiente tema ‘Prove My Love’ vuelve al terreno más country-folk.

‘Pineola’ y ‘Hot Blood’ son las piezas de corte más cercana al blues, haciendo uso la primera de ellas del violín, mientras que la segunda hace gala del slide guitar, tal y como mandan los cánones del mejor blues. ‘Which Will’ cierra el álbum de una forma muy preciosista y minimalista, con delicados punteos de guitarra que se entrelazan como hebras enredadas con la elegíaca voz de Lucinda, mostrando su gran capacidad interpretativa, en la que es una magnífica versión de una canción original del cantautor Nick Drake.

En 2017 Lucinda regrabó el elepé en su totalidad, dándole una visión nueva y actualizada a la sonoridad del siglo XXI. Sweet Old World es un brillante trabajo que muestra cómo, desde el dolor y el sufrimiento, se pueden crear las canciones más emotivas e intensas, y sitúa a Lucinda en el eje de los mejores artistas dentro de la música americana.