LA COMPAÑÍA PERFECTA PARA TU MEJOR ESCAPADA
NO PUEDES IRTE DE VACACIONES SIN TENER CERCA CANCIONES COMO ESTAS
CON LAS BOTAS PUESTAS / MANOLO FERNÁNDEZ
Los siete primeros meses de este 2023 casi nos obliga a tomarnos un pequeño respiro de cara a una próxima temporada que se intuye bastante intensa, en el mejor sentido de la palabra, con celebraciones como las del medio siglo desde que le pusimos botas a la radio y un buen puñado de proyectos que iremos compartiendo a partir del mes de septiembre.
Para tener una compañía acogedora en estas fechas hemos querido refugiarnos en cinco canciones que bien pueden servir de ejemplo sobre la diversidad de la Americana y la irrenunciable fortaleza de sus argumentos sonoros.
CHRIS STAPLETON ‘White Horse’
Los seguidores de la música de raíces tienen a Chris Stapleton como uno de los referentes que mejor definen lo que se entiende como Americana, acogiendo a todos los estilos básicos de la música popular. El nativo de Lexington, en el estado de Kentucky, que ha cumplido 45 años en la pasada primavera, dará continuidad a su álbum Starting Over de 2020 a partir del próximo día 10 del mes de noviembre con Higher, su quinto disco en solitario tras haberse mudado a Nashville a comienzos de este siglo, liderar una banda de bluegrass tan significativa como Steel Drivers y convertirse en uno de los compositores favoritos de la escena de Music City.
En este caso son 14 nuevas canciones, algunas de ellas ya escuchadas en sus conciertos, grabadas una vez más en el legendario Studio A de RCA y que han conformado un registro coproducido por Stapleton con su mujer Morgane, vital a lo largo de su carrera, y Dave Cobb, el hombre que confió en él desde el principio
La primera muestra sonora, la podemos llevarnos de vacaciones, es “White Horse”, una explosiva canción de amor que subraya el excepcional estado de forma del artista. La composición está compartida entre Chris Stapleton y Dan Wilson de Semisonic que ya habían colaborado juntos en 2015 en el tema “When the Stars Come Out” que formó parte de su álbum de debut Traveller.
“White Horse” es un tema con base de blues-rock en el que reaparece la fortaleza eléctrica, con solos y riffs que parecían un tanto olvidados. En cualquier caso, se prevé que la versión editada en single sea recortada.
MARGO PRICE ‘Landfill’
Con Strays Margo Price dio otro salto al vacío, algo que esta mujer de Aledo, en Illinois, ha hecho desde sus comienzos, plantando cara al riesgo.
Si Dolly Parton es uno de los mejores ejemplos de atrevimiento al adoptar ciertas posturas camaleónicas a lo largo de su carrera, jugando con los géneros, el fondo y las formas, aunque su inclusión en la ortodoxia del country está fuera de toda duda, Margo Price ha hecho su propia apuesta que tiene ciertos puntos en común con el espíritu de la legendaria Dolly.
Tras dos álbumes de las características de Midwest Farmer’s Daughter y That’s How Rumors Get Started, al margen de sus grabaciones en directo y algunas otras aventuras, Strays amplía el horizonte de sus propuestas con una lista de invitados repleta de estrellas, entre las que destacan Mike Campbell, la mano derecha de Tom Petty en los Heartbreakers; Sharon Van Etten, y Lucius. El conjunto, lleno de empatía y eclecticismo, recuerda aquel abrigo de muchos colores cosido con el mayor de los cariños al que cantó en sus tiempos la enorme Dolly. A su manera y en esta problemática tercera década del siglo XXI, es lo que Margo Price está llevando a cabo como una nueva forajida de la música de raíces.
La canción de cierre invita a volver al principio del disco. “Landfill” termina siendo una especie de encuentro impensable de “Only Love Can Break Your Heart” de Neil Young y “Love Will Tear Us Apart” de Joy Division. Es un final perfecto, con un mensaje positivo y la palabra “amor” como la última en escucharse. Parece que limpiara la paleta y los pinceles que han dado tantos colores al disco.
J.D. GRAHAM ‘West Virginia’
El death metal fue la primera forma de expresión sonora de J.D. Graham, un músico de experiencias personales casi nunca recomendables, que se derivó al southern rock con Sour Diesel Train Wreck y lanzó un álbum en 2012 con cierto éxito. Se acercó a la Red Dirt Music y ha ido desnudando su alma con confesiones en forma de canciones que acaban de convertirse en A Pound Of Rust, un nuevo álbum grabado en el Skinny Elephant de East Nashville y que muestra el testimonio desinhibido y crudo de un hombre sin nada que perder.
Su adicción a las drogas le hizo encontrarse con sus demonios durante cerca de un cuarto de siglo, le llevaron a prisión y aceptó el intento de salir vivo de aquella situación, echando mano, incluso, de su educación religiosa.
Al crecer en Yukom, en la zona rural de Oklahoma, el ambiente de los campos petroleros se convirtió en un paisaje habitual para J.D. Graham y esa es la razón más profunda por la que no le fue difícil escribir en “West Virginia”, uno de los temas más recomendables de este nuevo registro, sobre uno de esos trabajadores que tan solo perseguían el dinero y dejaron atrás amigos y amores. Con el paso del tiempo tan solo queda arrepentirse y buscar una segunda oportunidad.
KASSI VALAZZA ‘Watching Planes Go By’
La música del desierto de Arizona tiene una lenta tonalidad propia de los indios que aún perduran en aquellos parajes. En esas tierras nació Kassi Valazza y aunque se trasladará hasta Portland mantiene viva la naturalidad de ese mundo, combinada con un sonido que toma prestado del folk inglés y el country and western, al que añade toques de psicodelia en sus márgenes.
Manteniendo esa sensación de quietud en la envoltura de las canciones de su nuevo álbum, Knows Nothing, que da continuación a su debut de 2019 Dear Dead Days, las letras de este segundo registro sí que parecen ir a una velocidad casi endiablada. Los versos dan la impresión de haber sido escritos a mano por su inmediatez y franqueza, poniendo en primer plano las realidades de las relaciones sentimentales, a veces tan contradictorias como difíciles de describir y más aún de compartir.
Kassy Valazza, que vendrá a visitarnos el próximo mes de noviembre, grabó todo este nuevo álbum en vivo, con el respaldo de TK and The Holy Know-Nothings, un quinteto liderado por Taylor Kingman con sede en Portland que no deberías dejar pasar. La banda escuchó las canciones por primera vez en el estudio y eso permitió que apareciera la magia y sucediera lo inesperado, como ocurre en los extensos pasajes del solo de guitarra de Cary Sigler, cercano colaborador de Kassy, en “Watching Planes Go By”, una composición que recuerda aquel mágico “Morning Dew” de los Pozo Seco Singers de Don Williams.
MALCOLM HOLCOMBE ‘Fill Those Shoes’
El respeto por quienes nos siguen señalando el camino nos obliga a compartir en nuestro tiempo de radio la música de Malcolm Holcombe, un músico selecto a pesar de no gozar del reconocimiento masivo que sin duda merece.
Nativo de Asheville, en Carolina del Norte, el pasado año fue diagnosticado de cáncer y su primera decisión fue la de alojarse en el estudio Echo Mountain de su ciudad natal y grabar su octavo álbum, Bits and Pieces, casi con urgencia. Lo hizo acompañado por su buen amigo Jared Tyler, con el que le hemos visto en muchas de las ocasiones en que ha venido a España y que, además de producir el trabajo, ha incorporado dobro, lap steel, guitarra acústica, guitarra eléctrica, mandola, banjo, batería, percusión y coros. Aunque las 13 canciones están escritas por Holcombe, es indudable que estamos ante un proceso de creación conjunta.
Tonalidades de folk, blues y country son la sencilla envoltura de canciones inmediatas, en las que se ha ido a lo importante, contando historias de desposeídos y desplazados, de actitudes que producen sufrimiento e indiferencia. Es su visión personal de la parte más vulnerable de Estados Unidos y, sin embargo, sus canciones gozan de un humor estoico y un optimismo invencible.
“Fill Those Shoes”, a medio camino entre Guy Clark y John Hiatt, está compuesta durante los tiempos del Covid tomando el pulso de lo que muchos experimentamos en aquellos momentos. Pero Malcolm Holcombe nunca es derrotista ni fatalista.