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Radio City: sellar la leyenda

Analizamos el mítico disco de Big Star con motivo de su 50º aniversario

 

JAVI TEJERO

Se cumplen 50 años del segundo lanzamiento discográfico de Big Star: Radio City (1974, Ardent Records), una maniobra de reanimación para un grupo que nació con la sombra de la mala suerte acechando y que sólo décadas después conseguiría el reconocimiento que siempre le había sido esquivo.

Había pasado poco tiempo de su debut, el magnífico #1 (1972, Ardent Records), el cual fue  alabado por la crítica pero ignorado por el gran público. Eso les supuso una profunda crisis en su recién empezada andadura, sumada a una gira que tenía más sinsabores que alegrías. El principal resultado fue el traumático abandono de Chris Bell, una de las voces compositoras además de piedra fundacional; un alma frágil que se sintió defraudado por el escaso rédito que cosechó una propuesta en la que se había dejado todo y en la que había trabajado con todo su ahínco y minuciosidad. En otoño de aquel mismo año salía del grupo, hundido mentalmente, dejando el proyecto en barrena.

«En Radio City todavía hay destellos de esa luz inicial con la que comenzaron, pero se nota que los chicos perdidos ya tienen un poso de desencanto»

Alex Chilton siguió trabajando en el estudio en sesiones nocturnas que solían tornarse en alocadas jams, alternando con una vida disoluta en locales cercanos (como muestra la foto en la trasera de Radio City). Él ya había conocido la cara menos amable de la industria musical cuando salió de los Box Tops, y procesaba el fracaso de otra manera. Sería en mayo de 1973 cuando Big Star volvería a tomar forma, esta vez como trío, en una convención de creadores de canciones. La actuación de la banda había generado mucha expectación entre los críticos musicales allí presentes, que eran realmente quienes habían sabido valorar el único disco que habían hecho hasta el momento. Esta aparición les dio impulso para plantearse un segundo LP, una huida hacia adelante en la que Chilton asume el liderato y se va poniendo de manifiesto el viraje hacia su propio universo sonoro, cada vez más experimental y oscuro. En Radio City todavía hay destellos de esa luz inicial con la que comenzaron, incluso todavía hay canciones que cuentan con la participación de Chris Bell, pero se nota que los chicos perdidos ya tienen un poso de desencanto.

Brilla con luz propia ‘September Gurls’, la pieza más reconocida y reconocible, una definición perfecta de power pop. En sus primeros segundos logra algo tan difícil como hacer notar de inmediato qué canción anuncia esa guitarra, con ese sonido intransferible y esa breve sucesión de acordes. En su sencillez encontramos la fórmula de la felicidad, cuando esa canción entra en tu vida ya nunca quieres que salga, simplemente flotas en sus melodías, rememorando cosas que hiciste y que te gustaría haber hecho en tu juventud. En 1986 fue versionada por The Bangles, volviendo a disparar el interés por ese grupo que llevaba años desaparecido y poniendo de manifiesto la enorme influencia que ha tenido en diversos artistas y bandas como REM, The Posies o Teenage Funclub. ‘September Gurls’ casi logra eclipsar el resto de la obra, pero Radio City contiene mucha más música, y muchas más canciones fabulosas.

La canción encargada de abrir es ‘O My Soul’, que como ya ocurriera en el anterior trabajo, viene a ser un paseo musical por Memphis. Guitarras que hacen avanzar el tema con chulería, rabiosas intervenciones de teclado, la batería de Jody Stephens manteniéndose en un discreto y preciso plano y desarrollos instrumentales que no necesitan de alardes virtuosos para construir un tema apetecible y en el que siempre está sucediendo algo. Le sigue el pesado pulso y la armónica agridulce de ‘Life is White’. En estas dos composiciones Alex Chilton nos muestra su manera de liderar la grabación, dejando más libertad para fluir y buscado más el efecto de banda en directo. También vemos su gusto por la música y su fragilidad.

Les sigue la deliciosa ‘Way out West’, compuesta por Andy Hummel, el bajista. Abundan en este disco los medios tiempos y las canciones íntimas, como ‘What’s Going Ahn’ o ‘I’m in Love with a Girl’, en las que Chilton se desnuda y confiesa. Hay letras de crudeza y abatimiento, algo que en aquel momento la música pop no se planteaba y que abrió la puerta a muchos otros artistas que se darían cuenta de que las canciones se podían emplear para expresar ese tipo de sentimientos. También hay espacio para alguna explosión rock como en ‘She’s a Mover’ o, en menor medida, en ‘Back of a Car’, auténtico sonido Big Star. En la primera frase de esta canción ya colocan al oyente en situación: “Sentado en la parte de atrás de un coche, la música está tan alta que no puedo hablar”.

Se echa en falta a Chris Bell, aunque participara en la composición de algunos de los temas, como ‘O My Soul’ o ‘Back of a Car’. No sabemos cuánto habría cambiado Radio City con su aportación, con su voz y su guitarra, con la inclusión de algunas canciones que Chris registraría en solitario, como ‘You and your Sister’ o su enorme ‘I Am the Cosmos’. Con esos títulos en la colección quizá estaríamos hablando de un disco colosal, pero fantasías aparte, Radio City es  un trabajo notable que ayudó a sellar la leyenda en torno a Big Star. La belleza de la derrota, música que ya no se hacía en aquel momento, mensajes de melancolía que apenas se habían visto en canciones pop, y un grupo del sur cuyo sonido no era sureño, son los ingredientes de esta sensacional rara avis.

Una vez más sufrieron los problemas de una industria para la que no eran suficientemente importantes: Stax quebró y con ello se rompió el acuerdo con Columbia, así que miles de copias de Radio City se quedaron sin distribuir. A partir de entonces Big Star iniciaría un inevitable declive, con el abandono de Andy Hummel y la deriva errática de Alex Chilton, quien cada vez se hundía en composiciones más siniestras y en hábitos insanos. Pero con la desaparición de la banda se iniciaría el culto, que dio pie a la resurrección décadas después. Esa es otra historia, como también el trágico final y la grandeza del legado de Chris Bell, asociado para siempre a la religión de Big Star. De momento sintámonos afortunados cada vez que sonreímos con los primeros acordes de las chicas de septiembre.

Para celebrar este aniversario, el próximo otoño un supergrupo formado por Jody Stephens ( único miembro vivo de la banda),  Mike Mills (R.E.M.), Jon Auer (The Posies), Pat Sansone (Wilco) y Chris Stamey (The dB’s), girará por España con  An evening with BIG STAR‘s Radio City (50th Anniversary) and more, en diferentes citas:

  • 24 de octubre en Vigo (Auditorio Mar de Vigo),
  • el 26 de octubre en Barcelona (Apolo)
  • 27 en Madrid (La Riviera)

Entradas ya a la venta