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Kaitlin Butts, bandolera del “feminismo triste y triunfante”

Ha logrado llevar la música country más cruda a las masas, elevándola a una nueva esfera

 

RAQUEL ELICES

Su sonrisa podría engañarte, pero cuando veas a Kaitlin Butts, no dudes de que estás ante una reina de baladas country que tiran a matar. Aunque su nombre aún resulte novedoso para muchos, Butts, la mujer que encabezó el pasado Huercasa Festival de este 2024, donde estuvo presentando su último disco Roadrunner! (2024), se está consolidando como una de las artistas más prometedoras que han surgido de la escena Red Dirt de Oklahoma. Una bandolera de 30 años, procedente de Tulsa, sin miedo a poner a prueba los límites por los que se conoce a este subgénero del country, tremendamente crudo y dominado por hombres.

Su declaración de intenciones llegó en forma de álbum, en 2022, con su segundo LP, What Else Can She Do, un arsenal de canciones llenas de lo que ella describe como “feminismo triste y triunfante”, plagado de personajes femeninos empoderados. Es un disco profundo, lleno de canciones tristes sobre la violencia doméstica (la canción que da nombre al disco), el abuso de drogas (“She’s Using”), el abuso familiar (“Blood”) -tres realidades más que conocidas para esta joven de Tulsa- y una de las baladas más potentes del blues, el country y la música folk: una versión de “In The Pines” de Leadbelly, que se remonta a 1870.

De la drag queen tejana a Taylor Swift

Tomando el sonido más tradicional, pero sin absoluto prejuicio por lo más novedoso. Ha logrado colarse entre las masas gracias a su versión del “Hunt You Down” de la estrella pop Kesha y el remix de “That Don’t Impress Me Much” de Shania Twain. No tiene miedo a mostrarse subversiva en uno de los contexto más conservadores de América, asociándose a una conocida drag queen tejana y nunca ha dejado de admitir que Taylor Swift es una de las voces country que más la han influido en su carrera.

Bailarina de claqué, bailó al ritmo de “Folsom Prison Blues” de Johnny Cash o “Goodbye Earl” y “Let’ Er Rip” de The Chicks, que le hicieron familiarizarse con todo tipo de baladas sobre asesinatos y atracos arma en mano que ahora también cuela en sus canciones. Durante sus años universitarios, comenzó a hacer sus primeras actuaciones en el Gypsy Cafe Festival de Stillwater, una de las mecas más legendarias del country en Oklahoma, que le permitieron hacerse un hueco en el competitivo mercado al norte de Texas.

Roadrunner!, su último disco

Su último lanzamiento, Roadrunner! (2024) continúa con un trabajo audaz, empoderado y crudo. La idea surgió viendo el musical clásico Oklahoma! de Rodgers y Hammerstein. De, alguna manera, el álbum es una respuesta a lo que se trata en este musical. Fiel al enfoque de Butts, las canciones transforman el clásico cuento de amor de pueblo en uno en el que las mujeres son “liberadas y coquetean con los chicos”, en lugar de esperar su atención y luchar por su propia independencia.

Uno de los temas más potentes es Other Girls, en la que canta eso de “Esto no es ningún truco / No hay acertijos / Sí, disparo rápido, y el amor es como una pistola). También destaca la versión del “Hunt You Down” de Kesha, que encaja perfectamente en el repertorio. Su gruñido de Oklahoma es perfecto cuando susurra con picardía eso de: “¡Te amo tanto, no me hagas matarte!”. Desde luego, hacer aquella cover de Kesha también fue la manera de aventurarse en nuevas aguas y atraer a multitudes fuera de la esfera de la música country.