Bonus Track: Luis Prado
Canciones para sentir que estamos menos solos: Me Río (El Crash)
MARÍA F. CANET
Entrar en el universo de Luis Prado es como estar en una piscina de bolas cuando eres niño: todo es color y diversión. Aunque luego lleguen los adultos y la cruda realidad, y todo se vuelva un poco más gris. De ese equilibrio, entre el niño interior y los marrones de la vida adulta, nace la grandeza de las composiciones del músico: camuflar los dramas y las miserias cotidianas con ricas melodías pop (el de escuela Beatles o Beach Boys) y una gran dosis de ironía y sentido del humor. Desde Mercadona a los kilos de más, pasando por las nuevas tecnologías, cualquier objeto, lugar o situación, por más insignificante que parezca, se convierte en arte cuando Luis Prado se sienta al piano.
El alicantino posee una de las trayectorias más interesantes de nuestro país: artistas de la talla de Miguel Ríos, Ariel Rot o Coque Malla, ha contado con el alicantino a los teclados para grabaciones de discos y posteriores giras, algo que el músico compaginaba con su propia banda, —la tan aplaudida como infravalorada— Señor Mostaza.
El descanso que se tomó el grupo valenciano perdura, pero este mago del teclado no ha permanecido en silencio. En 2016 publicaba su primer álbum en solitario, Mis Terrores Favoritos, al que seguirían dos discos, Luis Prado Plays Standards Vol.1 y Vol.2, con versiones a piano y voz de temas de los Beatles, Nacha Pop, Bowie, Springsteen, Rolling Stones, The Band, Sinatra o Rosendo. El año pasado publicaba dos nuevos temas ‘Deberías (hacer algo con tu vida)’ y ‘Tu Red Social’.
‘Me Río (El Crash)’ es el primer adelanto de El tsunami emocional (Hall Of Fame Records), su segundo trabajo en solitario, que verá la luz el próximo 26 de febrero. Un festival de pop orquestal cimentado sobre teclados, cuerdas y guitarras, con una letra que aborda los golpes que nos da la vida y de su impacto en el momento más inesperado; para aquellos que prefieren reírse por no llorar. Aunque siempre, como sucede en las obras de la factoría Prado, queda un hueco para la esperanza. Canciones en las que reconocerse para sentir que estamos menos solos y que, al final, siempre, la magia regresa.