Carlota Flâneur, carne joven y pop otoñal
La joven barcelonesa presenta su debut ‘Brains’, carta abierta a un deambular generacional
Leyendo su nombre, escuchando temas como Generation on the Young flesh, pueden imaginarla emergiendo de un bosque encantado en el corazón de Europa, una callejera errante por las calles de París. Flâneur evoca eso, una palabra en francés que da nombre al deambular de los paseantes. Hay algo de verdad en todo ello, aunque en realidad Carlota Cerrillo Moya -nombre real de esta joven barcelonesa de 23 años- apenas sabe pronunciar el apellido que inventó para su alter ego musical, Flâneur.
Tampoco importa mucho cuando te presentas con un debut en solitario como el suyo. Compuesto por cuatro temas de pop otoñal titulado Brains (Hidden Track Records, 2020) este EP es capaz de transportarnos a otro espacio y otro tiempo en el que, al contrario de lo que ocurre en este, reina la calma. Su voz, envuelta por un halo luminoso que recuerda mucho a Laura Marling, va tejiendo una atmosfera magnética y dulce para contar en primera persona las dudas que invaden a toda una generación.
Amores caducos que ya no valen para nada suenan en Fun y reflexiones sobre un mundo hiperconectado en Brains, la canción que da título al disco, una balada soul en la que Carlota hace gala de un poder vocal que seduce sin pretenderlo. Canta lo que piensa y siente de una forma delicada, pero alejada de intenciones naif. Sus letras son afiladas, te besan y te escupen si hace falta. En ellas hay sexo, miedo, crítica e ironía. “Somos la generación de la carne joven, nos gusta follar el viernes por la noche y olvidarlo el lunes”, suelta en Generation on the Young flesh, retrato de un mundo de obsolescencia programada, en el que lo que tenemos y sentimos dura muy poco o no vale nada. Una visión madura que mezcla con frescura melódica. De las texturas acústicas de Fun a los ambientes oníricos que crean los teclados en la deliciosa Thanksgiving song, en este disco hay una estructura musical indisoluble que también deja desarrollar la personalidad estética individual de cada pieza.
Bajo la producción de Ferrán Palau (El Petit de Cal Eril, Valentina & The Electric Post) y con la escudería de Hidden Track Records, sello barcelonés gestionado sólo por mujeres, Carlota Flâneur forma parte de la escena de jóvenes florecientes, entre los que se encuentran nombres como María Jaume o Lucas de Laiglesia (Confeti de odio), regados por la inspiración del confinamiento y la crisis. Una joven generación que es capaz de brillar por sí misma en mitad de un hábitat incierto al que, no queda otra, que adaptarse una y otra vez. De ahí emergen, de un bosque no tan encantador, no tan parisino, pero verdadero y auténtico como la errante Carlota Flâneur.