Conociendo Rusia, los argentinos que enamoran en España
La banda liderada por Mateo Sujatovich es la nueva sensación del rock argentino, charlamos con él durante su pasada visita a España en la que presentó La dirección
IVÁN GONZÁLEZ (@ejercitosdelrock)
Encontramos a Mateo Sujatovich, alma máter de Conociendo Rusia, en un café por la zona de Antón Martín. Se siente cómodo y relajado, familiarizado con una ciudad que “tiene similitudes energéticas” con Buenos Aires, sobre todo “los bares, la noche y pasarla bien”. La banda visitó nuestro país hace una semanas, para presentar su tercer disco, La dirección (2020). Aquellos días de octubre, Mateo y los suyos salieron todos los días, aprovechando que puede pasear pasando desapercibido sin ser abordado constantemente como ocurre en su país natal, donde es ahora mismo la sensación y donde ya “se le ha ido todo de las manos”, confiesa Sujatovich.
Conoce bien Madrid, ciudad con la que tiene un vínculo especial. Aquí paso parte de su adolescencia, se probó con el Real Madrid aunque “en realidad soy fan de Boca” y se inició en la música. Evitó la tradición familiar de aprender a tocar el piano, su abuela fue profesora de Charly García y su padre pianista de Luis Alberto “El Flaco” Spinetta y se decidió por la guitarra, enloquecido con Hendrix y para “hacerla distinta”.
Aquí, en Madrid, tomó sus primeras clases de la mano del profesor Claudio Gabis, componente de Manal, banda fundacional del rock argentino a finales de los sesenta, y que también fue profesor de Ariel Rot, curiosamente otro “ruso”. En Argentina, “a los judíos les dicen rusos” y “aunque igual ambos apellidos (Sujatovich y Rotenberg) procedan de allá”, es sólo una casualidad, “a mí me llamaban ruso y el nombre del proyecto llegó por ahí”.
El sonido de Conociendo Rusia, sigue la senda del rock argentino, que tiene su propia idiosincrasia, y que floreció en parte gracias a la prohibición de radiar música en inglés tras la Guerra de las Malvinas. Un rock que tiene en sus máximos exponentes a Charly García, Spinetta, Fito Páez, Soda Estéreo o Calamaro y que Mateo ha sabido traer al mundo de hoy.
Desde su primer disco Conociendo Rusia (Geiser Discos, 2018) con sonidos más en la electrónica, pasando por Cabildo y Juramento (Geiser Discos, 2019) más sofisticado, con sintetizadores y todo más orquestado, a su último disco La Dirección (Popartdiscos Internacional, 2021) un trabajo musicalmente más clásico, con más presencia de guitarras y que tiene ecos a Andrés Calamaro, a Los Rodríguez, a Fito Páez (con quien ha colaborado recientemente) y a Leiva con quien firma uno de los cortes del disco.
Prolífico, con las ideas muy claras, musicalmente evolucionado y con un concepto muy bien armado son algunas de las ventajas que te proporciona desarrollar tu proyecto en la madurez. Mateo tiene 31 años y estuvo haciendo música para anuncios y colaborando como músico de estudio hasta hace sólo cuatro años, momento en que se lanzó a componer y grabar para Conociendo Rusia: “estaba esperando el impacto que te pone a escribir”, al final el impacto fue “una novia y una separación, lo de siempre”. Es algo que no sólo se nota a nivel musical y conceptual sino también en el contenido de sus letras.
Sus dos primeros discos están atravesados por el amor, el desamor y todos sus vaivenes y hasta ese momento “podía considerarme un romántico del rock n roll”, pero su último trabajo es diferente y aunque en general todas sus canciones son de amor “porque el amor es lo más importante”, es cierto que en La Dirección (Popartdiscos Internacional, 2021) se encuentra en un momento vital que lleva a un tono diferente, más de pasión y amor pero por la vida, por el camino, las experiencias y los amigos que encuentras en el mismo.
Hablamos de sus directos y de su actuación en Buenos Aires del pasado 4 de octubre en la confluencia de las calles Cabildo y Juramento, a pie de calle como conmemoración del lanzamiento del disco en esa fecha del pasado 2019 y que tiene intención de repetir cada año, “siempre que esté por Buenos Aires”.
Nos despedimos, hablando de la gira que le ha traído a nuestro país por distintas salas de Madrid, Barcelona y Valencia, de cómo en el escenario, “le gusta tocar fuerte”; recuerda su primer concierto de 2018 en La Tangente, un “garito de la calle Honduras” y es consciente de cómo desde sus dos actuaciones en Niceto en el 2019 hasta hoy, han pasado sólo tres años.
Reconoce que todo pasa muy rápido y le parece mentira que vaya a va a cerrar el año con el cartel de sold out en el Movistar Arena de Buenos Aires, con dos shows, no de rock hecho en Argentina, sino con dos shows de Rock Argentino.
