Medio siglo tomándolo con calma
SE CUMPLEN 50 AÑOS DEL ÁLBUM DE DEBUT DE LOS EAGLES, REVULSIVO DEL COUNTRY-ROCK CON SEDE EN CALIFORNIA
CON LAS BOTAS PUESTAS / MANOLO FERNÁNDEZ
Cuando se cumplen exactamente cinco décadas de su álbum de debut, es indudable que los Eagles han dejado un legado musical irrepetible. Durante la década de los 60, Byrds, Flying Burrito Brothers, Rick Nelson & The Stone Canyon Band y Poco habían estabilizado el country-rock, pero al comienzo de la década siguiente los Eagles le dieron otra dimensión. Las guitarras tenían una mayor importancia y las composiciones adquirieron una muy superior. Además, gozaban de cuatro vocalistas excepcionales. De esta manera las audiencias se fueron ampliando exponencialmente. Hoy, medio siglo después, son una referencia incontestable para entender los sonidos de la Americana.
En la primavera de 1971 John Boylan estaba buscando una banda de acompañamiento para Linda Ronstadt y recurrió a los músicos habituales del Troubadour de Los Angeles. Randy Meisner, Bernie Leadon, Glenn Frey y Don Henley se unieron a los hermanos Richard y Mike Bowden para reforzar el sonido de Linda en una gira que duró un par de meses. El jefe de Asylum por entonces, David Geffen, les fichó tras verles actuar en el Gallery de Aspen, Colorado, cuando ya habían decidido formar su propio grupo.
El primer nombre con el que trabajó el cuarteto fue el de Teen King And The Emergencies. Pero se dice que adoptaron el nombre de Eagles por dos razones: la primera, y es fácilmente constatable, es que una de sus grandes influencias musicales eran los Byrds (pájaros, aunque aquella banda lo escribiera con “y” griega en vez de con “i” latina). La segunda fue que Glenn Frey quería un nombre corto y Don Henley uno con raíces americanas y recordaba que la mascota de la escuela en que estudió era un águila.
Tras ver a los Beatles en un concierto celebrado en 1964 en el antiguo Olympia Stadium de Grand River, en Detroit, su ciudad natal, Glenn Frey dejó las clases de piano que había comenzado y se pasó a la guitarra. Rápidamente formó un grupo con algunos compañeros de clase llamado The Subterraneans, tomado del título de la novela de Jack Kerouac, su escritor favorito. Poco después de graduarse se unió a Four Of Us, grupo de folk-rock en el que empezó a ejercitar las armonías vocales y que pasó a llamarse The Mushroom. Fue cuando conoció a su paisano Bob Seger, que les compuso y produjo su primer single, con ‘Such A Lovely Child’ y ‘Burned’. La repercusión fue muy escasa y Frey y tras intentarlo con los Heavy Metal Kids huyó de los fríos inviernos de Detroit para dejarse cautivar por el sol de la Coste Oeste, su libertad y la contracultura de la ‘younger generation’. En Los Angeles encontró a otro paisano, J.D. Souther, con quien formó el dúo Longbranch Pennywhistle, siendo habituales del Troubadour y editando un álbum en 1969 que pasó totalmente inadvertido.
Don Henley había llegado a California desde Linden, en Texas, una ciudad con poco más de 2.000 habitantes situada en el Cass County, que dio título genérico a su quinto álbum en solitario. Allí escuchaba blues y country. Militó en los Four Speeds y pasó a Shilo, conocidos antes como Felicity, que ganaron cierta popularidad en el estado de Texas. Kenny Rogers les animó a irse a Los Angeles, les consiguió un contrato de grabación y les pago su primer LP, tras cuyo fiasco comercial la banda se disolvió.
Bernie Leadon, nativo de Minneapolis, en Minnesota, comenzó tocando el banjo en los Scottsville Squirrel Barkers, una banda de bluegrass de la californiana San Diego, en 1962, se fue a Florida y volvió al circuito folk de Los Angeles uniéndose a Hearts & Flowers. Durante un año estuvo con Dillard & Clark, formó parte de The Corvettes, que acompañaron a Linda Ronstadt en la promoción de Hand Sown, Home Ground, y se integraría en los Flying Burrito Brothers durante dos años, en los que asistió a su cambio más profundo tras la muerte de Gram Parsons.
Nacido en Scottsbluff, Nebraska, Randy Meisner había llegado a Los Ángeles en el 64 como parte de Soul Survivors, rebautizados como The Poor. Ingresó en Poco, pero los abandonó poco antes de su primer álbum y se unió a la Stone Canyon Band, el grupo de acompañamiento de Rick Nelson.
Aunque suene paradójico, Eagles, que representaban como nadie el espíritu de California, no contaban con ningún miembro originario de ese estado, se fueron a grabar a Londres y les produjo un británico. Glenn Frey fue quien más apostó por Glyn Johns para ese trabajo en el disco de debut. Le gustaban varios de los discos que el inglés de Surrey había producido hasta entonces como Who’s Next de los Who. También hay que recordar que fue el encargado de poner cierto orden en las sesiones primitivas de Get Back que terminó siendo Let It Be, el último álbum de los Beatles. Sin embargo, durante la grabación del disco, realizada en los Olympic Studios de Londres, hubo diferencias importantes entre él y Don Henley y Glenn Frey en cuanto al sonido, ya que estos querían un disco más cercano al rock que al country.
Glyn Johns produciría los dos primeros discos de la banda y dio una gran importancia a las composiciones acústicas. Eso explicaría que en esos álbumes haya mucho más trabajo vocal de Randy Meisner y Bernie Leadon que en los siguientes. En el de debut, procuró que también estuviera equilibrado entre sus miembros, tanto en tareas vocales como de composición, aunque Glenn Frey fue el cantante solista y participó en la creación de tres temas; Bernie Leadon compuso tres y cantó en dos; Randy Meisner compuso dos y cantó en tres, y Don Henley resultó ser el menos activo con una sola canción como vocalista principal y un solo tema co-escrito. Hasta Jackson Browne intervino en más composiciones que él.
Entre sus diez cortes, es el que sirvió de apertura y el primero de sus singles el que merece un comentario especial por su significado personal, al convertirse en septiembre de 1973 en la primera canción que sonó cuando le puse “botas a la radio”. ‘Take It Easy’ fue firmada conjuntamente Glenn Frey y Jackson Browne, siendo este último quien había empezado a componerla en 1971 para su propio disco de debut, también de título homónimo. No llegó a formar parte del mismo porque tenía problemas para completarla. Lo hizo con la ayuda de Frey y su propia versión no aparecería hasta 1973 en su segundo trabajo, For Everyman.
Ambos se conocían de tocar en clubes como el Troubadour y cantar en las noches de micrófono abierto. Además, los dos vivían en el mismo edificio de apartamentos en Echo Park. Browne estaba atascado con un verso de aquella canción que empezaba: «Estoy parado en una esquina en Winslow, Arizona…». Tenía que ver con uno de sus viajes a Sedona, una ciudad de tonos rojizos, de las más lindas de aquel estado. Se le estropeó el coche y tuvo que pasar un largo día allí. Frey terminó la estrofa con los otros tres versos: «Qué espectáculo tan bueno de ver. Es una chica, mi Dios, en un Ford de plataforma, reduciendo la velocidad para echarme un vistazo”. A Jackson le encantó y terminaron la canción juntos, con un arreglo de country rock colosal., pero como ya no había tiempo para que este la incluyera en su disco de debut, los Eagles la utilizaron para abrir su primer álbum, la publicaron en single y estuvo a punto de llegar al Top10 de las listas. Por cierto, ‘Get You in the Mood’, situada a la vuelta de aquel 7 pulgadas es junto a “Funky New Year” la única cara B de un single del cuarteto no incluida en ningún álbum.
El 1 de junio de 1972 fue el de la publicación del álbum de debut de los Eagles, con el nombre del cuarteto en su título. La historia lo señala como un revulsivo en la escena del country-rock, aunque nos lo hayamos tomado con calma.