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Bruna, el sueño de una noche llevado a los escenarios

La superbanda ha sido una de las sorpresas del panorama nacional en 2021

 

MARÍA CANET

«Bares, qué lugares» cantaban Gabinete Caligari. En sus barras se brinda para celebrar, sellar promesas o inaugurar amores de una o más noches. Otras veces son el lugar donde se naufraga y se abren heridas. O el escenario donde fantasear con un nuevo futuro. En una de esas noches, apoyados en la barra de la emblemática sala El Sol de Madrid, César Pop (pianista, habitual colaborador de Quique González o Leiva) y Chapo González (bajista de M-Clan) comenzaron a esbozar los primeros trazos de un proyecto conjunto: “Cuando los músicos nos juntamos, sale el típico ¿por qué no montamos una banda? Le dedicas la noche a imaginar quién estaría, cómo sería, y al día siguiente, te olvidas de todo, te dedicas a tu resaca y nunca más”, cuenta entre risas César Pop. Sin embargo, en esta ocasión, no fue una fantasía de una noche: “Chapo estaba montando una movida con una cantante y a raíz de ahí empezamos a preparar canciones. Al tiempo fue entrando y saliendo gente”. Sergio Valdehita (teclista de grupos como Sidecars) y Mara (guitarra) fueron las siguientes incorporaciones. Tras asistir a un concierto de la cantautora leonesa Nadia Álvarez, Valdehita lo tuvo claro: “Al salir del bolo le escribí un mensaje a César: tenemos a la cantante”. Coki Giménez (batería, en la actualidad junto a Fito) completó la formación de esta superbanda. Bruna echaba a andar con el único propósito de “juntarnos, hacer algo bonito y compartirlo”, señala Nadia.

“Ahora mismo sacar un disco, a no ser que estés apoyado por una multi, es para pensárselo».

Cuando se disponían a arrancar motores, llegó el confinamiento. Aunque el parón con sus diferentes proyectos —“es muy enriquecedor compaginarlo con otras cosas, pero hace más complicado el funcionamiento del grupo”—, confiesan, les vino bien para centrarse en Bruna: “quedábamos para hacer vermús, y fuimos completando las maquetas que teníamos hasta que un día, en la desescalada, decidimos presentar la primera canción”, cuenta Nadia. Ese tema fue ‘Espantapájaros’, que César compuso durante un viaje que hizo solo a Cuba: “Había tenido una medio ruptura, me fui a Cuba, y cuando llevaba 3 días allí, estaba desayunando y pensé: llevo 3 días sin acordarme. Eso me puso muy triste, me importó mucho que no me importara. Esa paradoja dio lugar a la canción”. 7 temas más han visto la luz desde entonces a través de plataformas digitales en 2021. Sin embargo, aunque “a todos nos encantaría”, la idea de grabar un disco aún no se ha materializado, algo en parte motivado por el actual funcionamiento de la industria: “Ahora mismo sacar un disco, a no ser que estés apoyado por una multi, es para pensárselo. Bandas con mucho presupuesto sacan un disco, al cabo de unos meses un EP; si en 2 meses se han quemado 11 canciones…”, señala Valdehita con incredulidad. Cada canción de la banda ha visto la luz acompañada de una portada y un vídeo. Un proceso laborioso, pero que consigue dar a cada una de las composiciones “la misma importancia que un disco”. El temor a que “pueda convertirse en una rutina y aburrir a la gente”, como reconoce Pop, también existe. La respuesta del público, sin embargo, no deja de ser alentadora: “Sin habernos visto tocar, teniendo en cuenta la situación actual, sacamos entradas para Moby Dick, se agotó una primera fecha y luego otras dos más. Fue alucinante y sorprendente”, relata una emocionada Nadia.

Bruna destaca por sus medios tiempos repletos de matices y un sonido contundente (especialmente en directo) con deje norteamericano bajo la influencia de The Band o Dawes. Una labor artesanal latente en temas como ‘Déja Vu’, que Pop compuso junto a Quique González: “Quique tenía ese estribillo desde la época de Delantera Mítica y no sabía qué hacer con él. Tiempo después, yo hice una estrofa y andaba sin estribillo. Un día estuve en su casa, se la canté, él me cantó el estribillo, probamos y encajaron”. ‘Sueño Con Serpientes’, ha cobrado una dimensión grandilocuente en manos del grupo gracias a prodigiosos hammonds y contundentes guitarras. La canción, original del cantautor Silvio Rodríguez, unida a un poema de Bertolt Brecht al que Pop dio la vuelta —“en nuestra banda canta y toca una mujer”— al cambiar “hombres” por “mujeres”, es todo un alegato feminista, movimiento con el que están muy comprometidos: “Es increíble lo lejos que estamos todavía. A los hombres también nos interesa que la sociedad sea feminista, porque será una sociedad mejor”, menciona César. A lo que Nadia añade: “Queda mucho por hacer, es un proceso que requiere tiempo, pero en generaciones más jóvenes veo muchas chicas, no solo cantantes, también instrumentistas. Antes el papel de la mujer en la música se asociaba a voz, coros o la novia del cantante. Nos han faltado referentes”. “A Carole King, Joni Mitchell, Diana Krall o Norah Jones se las reconoce como cantantes, no como instrumentistas. Ahora en Rufus están Julia y Marta, Mariana toca la batería con Maika Makovski… Empieza a haber más”, concluye Sergio.

También hay tiempo para guiños al funk en ‘Hazlo Por Mí’ o al folclore latinoamericano en ‘Semillas’, que ha contado con la colaboración de Ariel Rot. De este último tema, Nadia destaca su fuerza y sinceridad: “Cuando cantas algo que no es tuyo, cuesta más conectar. Llega un momento en el que automatizas tanto que piensas en la lista de la compro. Con esta canción me creo lo que estoy cantando; incluso a veces he llorado”.

 

Aunque a día de hoy los temas nacen de los textos de César, todos participan en el proceso compositivo: “lo interesante de una banda, según mi opinión, es que cada miembro esté dejando su impronta artística y creativa, que no sean meros ejecutantes, sino que aporten lo que les sale de dentro, su música”, señala César. Bruna les ha brindado la “oportunidad se seguir aprendiendo con tus colegas” y de seguir entregándose a su oficio, al que rinden homenaje en ‘Algo Detrás de lo que Correr’: “lo que intentaba contar en esta canción es la pasión que tenemos las personas que nos dedicamos a la música aunque no estemos muy seguros de hacia donde estamos yendo o si lo estamos haciendo bien. Siempre pienso que no me voy a aburrir en mi vida porque nunca voy a dejar de aprender”, menciona Pop. La complejidad de las relaciones amorosas es otro de los temas recurrentes en las letras de la banda. ‘A Dentelladas’ y ‘Mañana’, dos piezas acústicas de aroma folk, hablan del tira y afloja emocional, de “estar rozando algo con la punta de los dedos, pero no. Al final siempre es que no”, sentencian entre risas. La película ‘Olvídate de Mí’ (Michel Gondry, 2004), en la que sus protagonistas, encarnados por Kate Winslet y Jim Carrey, se someten a un tratamiento para olvidar la relación que mantuvieron, inspiró la última: “Hay una escena en la que ella se va a ir, él le pide que se quede y es como ya sabemos que nos vamos a dar un ostiazo, pero quédate, merece la pena vivir esto”.

Ya es de noche en la cafetería del Observatorio Musical, su local de ensayo. César, Nadia y Sergio apuran sus cervezas mientras comentan que deberán turnarse las claves de Disney + (que sólo tiene Sergio) para poder ver ‘Get Back’, el documental sobre las sesiones de grabación del ‘Let It Be’ de los Beatles recientemente estrenado. Como los de Liverpool, acaban de poner fin a un intenso ensayo de cara a los conciertos que están por venir. César gira al día siguiente con Quique y Sergio tiene que recoger a su niña;  hoy no hay tiempo para una última en la barra de algún bar, pero esa ilusión de una noche llegó a hacerse realidad. Hay motivos por los que brindar.