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Marilia Monzón: prender la vela de la esperanza

La raíz canaria y los sonidos latinos impregnan de calidez del debut de estudio de Marilia Monzón

 

MÓNICA RAMÍREZ

Prenderé una velita (Esmerarte Industrias Creativas S.L.U, 2023) es el producto de un camino de calma, tranquilidad y silencio, algo que Marilia Monzón necesitaba después de haber estado en lugares donde la prisa era protagonista. De ese período de introspección, combinado con la colaboración de Juanma Latorre en la producción y de músicos como los hermanos Seijas ha nacido este trabajo compuesto por 10 canciones con distintos colores y sabores. “Estoy muy agradecida porque he encontrado a gente que ha entendido a la perfección lo que siempre he querido hacer y creo que eso es lo  más importante, rodearte de gente que entienda, apoye y cuide lo que tienes dentro para poder pulirlo de la mejor manera posible”, explica la artista.

Dulzura y autenticidad son los dos adjetivos con los que se presenta esta cantautora, que lleva como bandera el trabajo, el gran esfuerzo que le ha supuesto llegar hasta aquí con un proyecto que bebe de diferentes influencias y artistas como Natalia Lafourcade, Violeta Parra o Jorge Drexler. “Mi misión siempre ha sido fusionar mi origen canario y la conexión con mis antepasados latinoamericanos. Mi abuela tiene familiares que emigraron a Venezuela, entonces hay algo en la sangre que me lleva al otro lado del charco. Quisimos adentrarnos en todos estos sonidos Además, contamos en la mezcla con Nacho Sotelo lo cual también le ha dado el punto perfecto de esa parte más latinoamericana.”

Un poco folk, un poco pop, Marilia siempre tuvo claro por dónde quería llevar su carrera y que debía ser ella misma quien manejara sus propios tiempos: “este disco se ciñe de manera más contundente a lo que quería hacer desde el principio. Estuve casi 3 años sin sacar música y en este tiempo he podido ir probando en muchos directos, sobre todo en Peor para el Sol (bar de Madrid), que es como mi lugar de residencia. De ahí salieron muchas de las canciones que después acabaron tomando su forma final”.

Prenderé una velita, cuenta Marilia, lleva mucho de su esencia, de las mujeres que tiene en su vida que son inspiración y de lo que quiere contar: “Selva por ejemplo, me lleva a un momento de mi vida en el que había mucho ruido, todo lo que estaba pasando a mi alrededor pasaba muy deprisa y me sentía un poco al margen. Me di cuenta de que no era lo que yo quería vivir. Por otro lado, la canción que más me representa es ‘Bailando conmigo misma’. Es un aprendizaje, a veces no hay mejor compañía que una misma y hay que saber cuidarse”. Desde la amistad de la que habla en ‘A las niñas’, hasta la inmigración a la que canta en ‘Tranquilo mi corazón’, este álbum abarca una amplia diversidad de temas acariciados por la perfecta voz de Marilia.

Con el sueño cumplido de  haber grabado sus canciones en un estudio apartado de todo en plena naturaleza, el sendero iluminado continúa: “ahora, cuando empiece a rodar y empiece la gira, aprovecharé al máximo y disfrutaré muchísimo esa parte del directo. Tengo muchas ganas de vivirlo también”. Mientras tanto, queda adentrarse en este viaje desde lo más profundo a lo más cotidiano que propone Marilia, donde cuenta sus historias para que la gente las haga suyas. Algo que ya está consiguiendo desde su publicación, prender y prender.No hay nada más esperanzador que encender una vela y es precisamente la esperanza lo que desea cultivar con este disco.