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Tiburona: solas y felices

HABLAMOS CON LA BANDA MADRILEÑA SOBRE SU ÚLTIMO ÁLBUM, EN EL QUE RELUCEN UN SONIDO IDENTITARIO CARGADO DE REIVINDICACIÓN

 

PALOMA HERNÁNDEZ MATELLANO

“Sin querer fue perfecto, era como algo que se fue encadenando solo. No teníamos ni el nombre del disco y viendo las fotos fue como ‘joder, pero si es que estamos solas y felices’”. En un videoclip a caballo entre lo místico y la road movie, con una caravana campestre, en camisón, la ropa interior tendida y una cacerola de espaguetis al pelotón, las Tiburona se reconocen en auténtica plenitud. Inmersas en el absorbente proceso creativo que supone la creación de un álbum, Laura del Amo (guitarra y voz), Rita Dolores (bajo y voz) y Carmen Merino (batería y voz) se ven retratadas en la mejor versión de sí mismas.

Sola y feliz (FOLC Records, 2021) es el primer larga duración de la banda madrileña, una singular mezcla de garage rock y pop sesentero, punk y surf, que empastan como hermanos. Mediante melodías en las que se distinguen infinidad de referencias musicales, Tiburona ha sellado este disco con un sonido propio, original e inimitable, que reproducen idénticamente sobre los escenarios. “Siendo un power trío, teníamos muy claro que queríamos contar con los ingredientes que nosotras podemos hacer en directo”, explica Rita. Pedales, cajas, panderetas, voces y coros se trasladan a los conciertos para replicar fielmente el sonido Tiburona.

Con el teletrabajo dando sus últimos coletazos, a Laura, Rita y Carmen les basta con cambiar una pestaña por otra en el ordenador para entrar de lleno en la onda de Tiburona. El confinamiento les permitió sentarse a componer con más calma y, cuando pudieron ponerlo en común, empezó a brotar la identidad tan cuidada y definida que hoy es Sola y feliz. “Llegamos al estudio con todo muy bien atado. Las bases las grabamos las tres juntas y la letra, aunque una llevaba la idea inicial de lo que quería hablar, hay muchas cosas que se elaboraron entre las tres, todo de forma compacta”, explican, recordando entre risas aquellos tiempos tan surrealistas.

Con Paco Loco en la producción, la banda madrileña se atrevió con nuevos instrumentos y segundas melodías que terminan de perfilar la sugerente atmósfera sonora del álbum. Entre alabanzas, señalan el respeto por la identidad de Tiburona que Loco mantuvo durante todo el proceso: “Muchas veces era como la necesidad de hacer lo que teníamos pensado y escuchar su ‘está bien’. Eso también es parte de la producción, no solo que te lo cambien, sino que te digan que lo que tienes está guay”.

Gritos desgarrados característicos del punk más profundo se combinan con juegos de voces camuflados como parte de la instrumental en cada canción. “No nos gustan nada los cantantes solistas, así que decidimos prescindir de esa figura. Además, nos apetecía cantar a las tres, que no hubiera siempre la misma voz, porque creemos que eso aporta frescura a los temas”. Laura, Rita y Carmen se fusionan en Tiburona abanderando el concepto de ‘banda’ en el más riguroso sentido de la palabra: “Cuando hay que elegir una voz principal, no siempre la persona que compone un tema es quien lo canta. A lo mejor yo llevo un tema y pienso que ese tema me pega para la voz de otra, y eso es lo bueno: pensar en general y no desde el ego de una”.

Tiburona no es solo un sonido, es una entidad, una personalidad. El álbum termina con una ‘versión de la versión’ que sintetiza en escasos tres minutos el espíritu de la banda. El célebre tema de los Stones en la versión de Sonia, cantante catalana de los años sesenta, es quizás la mejor definición de qué es Tiburona: rock de los Rolling, melodías sesenteras y una conciencia feminista muy integrada. “Nos parecía muy interesante destacar algún personaje no muy reconocido de los años sesenta, que es nuestra época favorita a la hora de componer, y a poder ser también femenino”, y así surgió ‘Aquí en Mi Nube’.

“Es una mierda que tantas mujeres que nos escriben se sientan identificadas con un tema que habla de que los hombres no paran de darte lecciones en la vida”

“En la música, al feminismo le damos el mismo papel que le damos en nuestra vida: es una prioridad”, sentencia Carmen. Acostumbradas a sobrevivir como banda de mujeres en una industria a la que todavía le queda mucha igualdad por la que luchar, Tiburona plasma en este disco su reivindicación feminista más honesta. ‘No Me Interesa Tu Opinión’ es una denuncia a los hombres que, con aires de superioridad, han manipulado y gobernado las vidas femeninas desde siempre. “Es una mierda que tantas mujeres que nos escriben se sientan identificadas con un tema que habla de que los hombres no paran de darte lecciones en la vida”, lamentan.

Tiburona conforma una identidad que trasciende lo musical, y Sola y Feliz es un aluvión de conciencia social camuflada entre guitarras y percusiones. “Si quieres hablar de actualidad es porque esa actualidad te está tocando, y nosotras lo hacemos porque forma parte de quiénes somos, como personas y como banda también”, concluyen Rita y Laura, que coinciden en la necesidad de que la reivindicación social en el arte sea siempre genuina, jamás forzada. Así, igual que la conciencia feminista nace de sus propias convicciones personales, también son cosecha propia otras temáticas más alternativas que introducen en este álbum. Desde los alienígenas y la ciencia ficción en ‘4L13N’ hasta los vampiros en ‘Besos de Sangre’, Rita es la ideadora oculta tras estos contrastes tan llamativos: “Me gusta mucho la literatura y me gusta hablar de ella, supongo que es parte de mí también”.

Con más de una década de trayectoria juntas, pasando por distintas formaciones como Juanita Banana y Cherry & The Ladies, Laura, Rita y Carmen han crecido sobre los escenarios, musical y vitalmente. “Estos años me han dado madurez, una visión más crítica, un posicionamiento; saber que esto es lo que quiero y que voy a hacer siempre lo que yo quiera, no lo que quiera nadie más”, sentencia Carmen. Solas y felices, Tiburona es su altavoz y su desahogo, su forma de vida.