Jack White apaciguaba su inquietud musical con proyectos como The Raconteurs con los que llegó a telonear a Bob Dylan

CRISTINA G. HERNÁNDEZ

No saber quién es Jack White es ofensivo, así que, para evitar que haya más gente ofendida por la ignorancia de otros, he pensado en destriparle aquí y limpiarme la conciencia, yo he hecho todo lo que podía para dar a conocer a ese músico pálido que parece sacado de una película de Tim Burton.

Jack White es un señor de Detroit que iba para cura, pero cuando vio que no podía llevarse la guitarra al seminario decidió trabajar en una tienda de muebles, Third Man Upholstery. Se llama John Anthony Gillis, pero adoptó el nombre artístico de Jack White una vez se casó con Meg White, de la que después se divorció. Decían que eran hermanos y componían la banda The White Stripes, Jack en la voz y la guitarra y Meg a la batería. Si esto tampoco te suena, la verdad es que no sé qué haces aquí, seguramente deberías estar en un estadio de fútbol coreando el famoso lo-lololo-lo-lo-lo, que curiosamente es el riff de Seven Nation Army, una de las canciones más famosas pero ni de lejos la mejor de The White Stripes.

The White Stripes se formó a finales de los 90, pero no empezaron a ser conocidos hasta 2001, cuando se publicó White Blood Cells, un disco clave en el resurgimiento del garage rock. Siguieron en activo durante la primera década de los 2000, cosechando éxito tras éxito con 6 discos de estudio que nos han dado himnos como Hello operator, Fell in love with a girl, Offend in every way, Seven Nation Army, The Hardest Button to Button, Icky Thump o Blue Orchid, a pesar de haber pasado en los últimos discos a un rock más influenciado por el blues que el punk y el garage caótico de los primeros. En 2009 publicaron el documental y el álbum de su tour canadiense bajo el nombre The White Stripes: Under Great White Northern Lights, y fue lo último que salió a la luz del grupo. En 2011 anunciaron el fin de la banda y sirvió para que Jack White encarrilara su carrera en solitario.

Entre disco y disco de The White Stripes, Jack White apaciguaba su inquietud musical con otros proyectos. Fundó The Raconteurs en 2006 con su colega Brendan Benson tras escribir Steady, as she goes y después invitaron a dos componentes de The Greenhorns, Jack Lawrence y Patrick Keeler a unirse. Llegaron a telonear a Dylan con su primer disco, Broken Boy Soldiers, en el que mezclan garage rock y temas de puro blues como Blue Veins. Un segundo disco vio la luz en 2008, Consolers of the lonely, que les valió varias nominaciones a los Grammy y ganar en la categoría de mejor arreglo.

Si no tenía suficiente, también formó The Dead Weather, con Alison Mosshart de The Kills, Jack Lawrence de nuevo y Dean Fertita de Queens of the Stone Age, en este caso estando White a la batería. Entre 2009 y 2015 publicaron tres discos tocados por la inconfundible mano de Jack White, pero con tintes más stoner y más oscuros que en sus proyectos anteriores, encajados perfectamente con la voz y la presencia en el escenario de Mosshart.

Si he mencionado en el título que Jack White es el hombre de las mil caras y aún no ha quedado muy claro por qué, es porque no he hablado de sus dos discos en solitario, pero creo que después de este repaso por la carrera de White, lo último que queda es deleitarse con Blunderbuss y Lazaretto y los guitarrazos que emanan de ellos. Lazaretto tiene un componente especial y es que está basado en antiguas canciones y poemas que escribió siendo joven o que fueron descartes de sus otros proyectos. El año pasado, además, publicó las Acoustic Recordings 1998-2016 tras retirarse de los escenarios por un tiempo después de su actuación en la edición de Coachella de 2015.

No, no es suficiente para él. Está rodeado de misterio y superstición. En cada proyecto, excepto en The Raconteurs y The Dead Weather, hay un código de colores y una estética muy marcada: The White Stripes lo caracterizaban las formas geométricas en rojo, blanco y negro, su proyecto en solitario como Jack White se diferencia por ser azul y vestir de traje; y su propio estudio, Third Man Records, destaca por estar en amarillo y negro, derivados de cuando Third Man era una tapicería y no unos estudios.

Hablando de Third Man Records, llegamos a la parte en la que Jack White es productor, llevándole a trabajar con artistas de toda clase (incluso participó con Alicia Keys en la banda sonora de 007: Spectre) y reavivando su amor por los vinilos y lo analógico, algo que también le ha influido a la hora de defender Tidal, el servicio en streaming de alta calidad relanzado hace algunos años por personajes de la talla de Arcade Fire, Madonna, Beyoncé o Deadmau5.

Jack White es de los pocos pilares que quedan en el rock puro y duro hoy en día sin estar cerca de la muerte, así que esperemos que vuelva pronto a los escenarios y sirva de ejemplo para que aparezca un relevo generacional que encumbre el rock que él mantiene vivo.