Juárez, el verano como estado mental
La banda de Pamplona presenta Entre Palmeras, su último trabajo, este sábado en Madrid
MARÍA F. CANET
La música tiene el poder de hacernos revivir determinados momentos o de trasladarnos a un lugar concreto. Aunque la llegada del invierno empiece a olerse en un aire cada vez más frío, si se cierran los ojos y en los cascos empieza a sonar Entre Palmeras (Lunar Discos, 2020), el tercer disco de Juárez, no resultará difícil percibir la brisa marina o sentir cómo la arena de playa se nos escurre entre los dedos. Aunque hayan visto la luz en otoño, las canciones de la banda de Pamplona son perfectas para animar unas vacaciones al borde del mar. Mientras llega el momento, José Capilla (guitarra y voz), Cristina Sixtina (guitarra y voz), Íñigo Maya (batería) e Hispano Rodríguez presentarán su último trabajo el próximo sábado 5 de diciembre en el Maravillas Club de Madrid.
Las canciones del cuarteto son una sugerente mezcla de pop-rock con deje garajero, sonidos fronterizos y psicodelia. La calidez de la costa se percibe en las guitarras surferas de la hipnótica ‘El Sol En Movimiento’, el ritmo festivo y despreocupado de ‘Al Mar’ o en la percusión caribeña de ‘El Cielo Gris’; quién pudiera estar en una hamaca con el sol de frente mientras las escucha. Cortes como ‘El Día Que Todo Empezó A Temblar’ o ‘Champagne Francés’, con una letra que oscila entre la rabia y la ironía, son un clásico, pero siempre eficaz, ejercicio de pop-rock sin aditivos (guitarras, bajo y batería), mientras que ‘Entre Palmeras’ discurre por el garage sudoroso y la distorsión.
Los de Pamplona también presentan predilección por paisajes más áridos; ‘Escafandra Vol II’ o la instrumental ‘Vendiendo Cruces’ —con unos coros que llevan la huella del Morricone de ‘El Bueno, El Feo y El Malo’— son perfectas para ambientar una escena de duelo gracias a sus guitarras fronterizas. La psicodelia envuelve temas como ‘Estrella Negra’ o ‘La Guerra De Los Mundos’, que contrastan con la ternura que late en ‘¡Detrás Del Cielo!’ y la inocente ‘En La Madrugada’. Cuando el invierno se nos haga bola, sólo hay que pinchar Entre Palmeras para acariciar el verano desde el salón de casa.