La banda valenciana puso el broche de oro a su A Todo Que Sí Tour con sold out en la madrileña sala La Riviera.

Texto: María F. Canet

Foto: David José Fernández

El rock and roll es sinónimo de resistencia. Por mucho que algunos se empeñen en enterrarlo, lleva décadas plantando cara a las nuevas estrellas que encabezan las listas de ventas o a los DJ´s que llenan pistas de bail. Nunca habrá nada más potente y verdadero que dos guitarras, un bajo y una batería sobre un escenario, prueba de ello son Los Zigarros. El grupo valenciano liderado por los hermanos Tormo colgaba el cartel de entradas agotadas para su concierto fin de gira en La Riviera (Madrid) el pasado viernes 29.

La banda regresaba a la capital un año después de haber firmado otro sold out en la misma sala, confirmando que su rock and roll es incontestable. Pasadas las nueve de la noche Ovidi Tormo (guitarra y voz), Álvaro Tormo (guitarra)- con su chupa de cuero y sus inseparables gafas de sol- Natxo Tamarit (bajo) y Adrián Ribes (batería), irrumpían sobre el escenario a ritmo de “Antes De Los Muertos”, para seguir derrochando esencia stoniana con “¿Qué Harás Amor?” o “No Obstante Lo Cual”.

Durante cerca de dos horas el grupo valenciano incendió la sala madrileña a base de cañonazos de puro rock, con un sonido potente y un ritmo frenético gracias a himnos como “Odiar Me Gusta”, “A Todo Que Si”, “¿Qué Demonios Hago Yo Aquí?” “Resaca”, “Desde Que Ya No Eres Mía” O “Tendrías Que Haberla Visto Bailar”. Los Zigarros no dieron un minuto de tregua a un público que, plenamente entregado, no paró de bailar.

Las colaboraciones fueron uno de los platos fuertes de este fin de fiesta. La banda quiso contar con miembros de bandas emergentes como Nacho Carballo (Gallos) en “Baila Conmigo”, o Adrián Díaz (Desvariados) en “Voy A Bailar Encima De Ti”, mostrando que el rock tiene futuro en este país. El lado más Blues de la banda salió a relucir de la mano de Ángel Vera– buen amigo y habitual en los conciertos de la banda- y su vibrante harmónica en “Cayendo Por El Agujero”. La última colaboración de la noche fue Aurora García (Aurora & The Betrayers) que dejó boquiabierto al público cantando junto a Ovidi “River Deep Mountain High” de Tina Turner.

Tras regalar versiones como la del “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana o “My Sharona” de The Knack- que agitaron al público- los hermanos Tormo encararon la parte final del concierto con “Suena Rock & Roll”, “Hablar, Hablar, Hablar” y “Dispárame”. Para los bises, Ovidi, Álvaro- ataviado con un tocado indio- y el resto de la banda- con un chupito para brindar en mano- regresaban al escenario al ritmo de sirenas de policía que anticipaban la coreada “Dentro De La Ley”, para finalizar con una versión del “ You Really Got Me” de los Kinks.

Prometiendo regresar pronto, Los Zigarros despedían así año y medio de gira, durante la cual han ascendido al olimpo del rock patrio. Sus guitarras parecen guardar el secreto del verdadero rock and roll, ese que conocieron gracias a los Rolling Stones, Led Zeppelin o los Faces. Siguiendo esa estela, la misma que trazaron Burning, Loquillo o Rosendo en este país, Los Zigarros son un nuevo bastión de resistencia del rock, que en sus canciones y en sus conciertos se mantiene vivo y joven.