No Depression, un camino hacia la Americana
El debut de Uncle Tupelo es un disco clave en el country alternativo y uno de los más influyentes en la música alternativa estadounidense
MANUEL LÓPEZ
En la música, como en la vida, los inicios son inciertos. Hoy el concepto Americana está más que asentado y nadie discute que es un género musical en sí mismo, ni que Wilco sea una banda de culto, una de las más influyentes de la música alternativa estadounidense. Pero antes de todo esto, tres chavales de un pueblo de Illinois decidieron salir de sus casas para fundar Uncle Tupelo y grabar No Depression un disco clave en el country alternativo, con el que se abrió uno de los caminos que llevan a la Americana.
La primera parada de ese camino es Belleville, Illinois, donde un par de adolescentes inadaptados y fanáticos de The Clash y The Byrds se conocieron en el instituto. Jeff Tweedy y Jay Farrar conectaron perfectamente; ambos tocaban la guitarra de forma autodidacta, pasaban los días en las tiendas de discos y se escapaban al Mississipi Nights, un club de Saint Louis, para ver conciertos de rock y punk en los que, muchas veces peligraba su integridad física.
El siguiente paso lógico era montar una banda, The Primitives, en la que tocaban garaje junto a Mike Heidorn y Dave Farrar y que renombraron Uncle Tupelo cuando este último abandonó la formación. En 1990, ya siendo un trío y tremendamente influidos por The Long Ryders y The Minutemen, pero también por The Clash, Glen Campbell o Bob Dylan, grabaron su primer disco No Depression, en los estudios Forth Appache de Boston, por menos de 4.000 dólares.
El disco no fue un concienzudo trabajo de laboratorio, ni nació de largas sesiones de producción, fue más bien una consecuencia lógica y natural de la trayectoria vital de sus compositores. Jeff Tweedy y Jay Farrar eran unos músicos muy limitados técnicamente, que se habían criado con la música popular que sonaba en su casa, vivieron en plena adolescencia el apogeo del punk y crecieron en un aburrido pueblo del medio oeste americano. Bebían mucho y no tenían un trabajo estable. Gozaban del descaro de la juventud y la actitud irreverente de las bandas que escuchaban. Sus letras reflejan problemas con el alcohol (‘Before I Break’) el desempleo (‘Train’) o la vida en un pueblo pequeño (‘Screen Door’). Para ser un álbum de debut, “No Depression” tuvo y una difusión decente, vendiendo más de 100.000 copias. Pero lo que supuso otro de los pasos clave en la andadura hacia la Americana fue su recepción.
El álbum descolocó bastante a la crítica que se encontraba ante un trabajo difícil de clasificar. Era un disco de folk, pero demasiado ruidoso y distorsionado. Era un disco de country rock, pero con el tempo acelerado y la actitud del punk. Era una mezcla extraña. Demasiado eléctrica para el country, demasiado costumbrista para el punk, y además, la canción que daba título al disco era una versión de la Carter Family, uno de los conjuntos pioneros del country. Pero lo más extraño de todo, es que funcionaba. El trabajo tenía una coherencia estilística y musical bien definida.
No Depression causó un fuerte impacto tanto en la música country, como en la música alternativa. La banda tuvo una carrera muy corta tras este disco y acabó escindida en otras dos agrupaciones; Son Volt y Wilco. Sin embargo este trabajo fue tan importante que, se ha llegado a usar la expresión No Depression para referirse al country alternativo.
En un momento de transición, un trabajo que surgió de forma natural, labró uno de los últimos caminos que desemboca en la Americana. Decía Bilbo Bolsón que salir de casa siempre es peligroso porque «Vas hacia el Camino, y si no cuidas tus pasos no sabes hacia donde te arrastrarán».