Raíces y modernidad se dan la mano en el debut de Soleado
Hablamos con el dúo a propósito de su debut discográfico, que presentan el próximo 12 de diciembre en Galileo Galilei
MÓNICA RAMÍREZ
Cuentan Juanma Latorre y Ester Rodríguez que hace tantos años que se conocen que no son capaces de recordar el cómo y cuándo se produjo ese primer encuentro. A lo largo de su trayectoria por separado han ido coincidiendo en numerosas ocasiones, ya que las bandas en las que tocaban y los proyectos donde colaboraban formaban parte de una misma escena. Todo esto hizo macerar una simpatía que ahora ha dado como resultado esta unión de nombre Soleado. “Un día un amigo común, nos hizo un poco de celestino musical y nos propuso hacer juntos una remezcla electrónica de unas canciones para el disco de Ester llamado Café de Chinitas. Finalmente hicimos un tema y de esa conjunción de la manera que tiene Ester de cantar y entender la música y por otro lado los sonidos electrónicos, vimos que había una buena mina para ponerse a picar, ese fue el origen de todo”, narra Juanma.
Y así, después de tres años como dicen “picando en la mina” han creado este diamante en forma de primer álbum de titulo homónimo Soleado (2024 Esmerarte Industrias Creativas S.L.U.), producido junto a Pau Paredes.
Para ambos, este nuevo camino supone un disfrute, algo que nace de unas ideas muy concretas de lo que querían hacer y que acabaron conectando para este disco. Cada uno de ellos ha aportado su bagaje personal y sobre todo profesional a esta aventura que ahora emprenden juntos, teniendo los dos como punto coincidente un amplio y profundo conocimiento del indie, del pop y del folclore que cristalizan perfectamente unidos en su debut.
“Hemos usado elementos folclóricos para renovar el pop”
Dándole también importancia al acompañamiento audiovisual para este álbum, han decidido apostar por crear videoclips a la vez que sacaban los adelantos en forma de single, algo que a priori ya no está muy en auge con la aparición de redes sociales y por tanto, de la querencia por clips más cortos. Sin embargo, tal como explica Ester: “Igual que había que crear un espacio sonoro, sentíamos que había que crear también un universo visual. Nos ayudó para ello Juan Carlos Quindós, quien se ha encargado de todos los vídeos y de hacer el arte del disco. Pensábamos que merecía la pena. Los músicos a veces le damos poca importancia a esa parte y en realidad sí la tiene”.
Complementarios a nivel compositivo, señalan que para crear han sumado fuerzas y así han conseguido que armonías, letras y melodías le dieran a las canciones resultantes el empaque que ahora tienen. Según Juanma, “lo que hemos hecho ha sido la esencia misma de estar en una banda y es que cuando un compañero o compañera te trae algo que es una expresión muy intima, tú lo coges y tratas de darle brillo y esplendor. No ha habido grandes discusiones. Cuando estás conectado con la otra persona, no hay problema a la hora de tener que descartar canciones por ejemplo”. Tal como afirman, hubo mucho trabajo previo a llegar al estudio lo cual facilitó la grabación con una gran complicidad que se refleja en el álbum y entre ellos.
Dándole presencia esencial a la voz, no han tenido ningún temor en arriesgar en su sonido. Uniendo pizca de folclore y pizca de rasgos electrónicos, pasando por añadir el sonido sampleado de un abanico en alguna de las piezas, la apuesta de Soleado irrumpe como un viento fresco en el panorama actual de la música nacional.
“Hemos usado elementos folclóricos para renovar el pop” apunta Juanma, para hablar de sentimientos universales como la amistad, el amor y el desamor, presentes de la primera a la última canción.
La andadura en el directo comienza el próximo día 12 en la sala Galileo en Madrid, que esperan sea el primero de muchos conciertos. Sin usar etiquetas, ellos mismos definen Soleado como una amalgama de canciones que tienen una intención de aportar algo nuevo sin olvidar quiénes son y de dónde vienen. Música de pura raíz traída al aquí y ahora.