TOP

Tiburona: la especie que sobreviviría al impacto de cualquier meteorito

El segundo disco del trío madrileño lanza una crítica ácida a la sociedad moderna a golpe de punk rock e incursiones en el pop psicodélico

 

MARIA CANET

Ninguna especie ha hecho tantos méritos por ganarse la extinción como la humana. Guerras, genocidios o ataques a los derechos humanos ocupan la primera plana de noticias aún en pleno S.XXI. Una era, la de la posmodernidad, en la que el egoísmo se disfraza de autocuidado y los engaños se tapan en pos del poliamor; la precariedad asfixia entre semana, pero las pantallas devuelven una perfección podrida cuando los domingos consultamos el feed de la influencer de turno en Instagram. “Nos estamos ganando la extinción a pulso y en diferentes formas”, coinciden Rita Dolores (bajo y voz) y Supercarmen (batería y voz), la sección rítmica de Tiburona, en un bar junto a Las Vistillas, uno de los epicentros del Madrid castizo amenazado por la gentrificación. El trío que forman junto a Laura del Amo (guitarra y voz), acaba de publicar Nos Extinguimos (Montgrí, 2024), un segundo disco con el que piden a gritos el impacto del meteorito a través de composiciones con una fuerte crítica sociopolítica. Militancia punk rock en una escena en la que comparten con Biznaga o Sandré.

A esa sonoridad empapada de rabia y crítica, llegaron desde el extremo opuesto: la pulcritud de la academia. El conservatorio en el caso de Rita —“llevaba desde los 7 años estudiando contrabajo. Es una etapa que podría borrar, no me gustó nada. Es un sistema que hace que ames una única manera de entender la música o que la rechaces”— y la gimnasia rítmica, en el de Supercarmen — “estuve desde los 12 años compitiendo mucho. Luego me fui por la danza y el ritmo. La necesidad de que fuera algo físico me llevó a querer aprender a tocar la batería”— derivaron en proyectos de garage (The Ladies, Juanita Banana) donde lograron “probar algo súper diferente y descubrir otra manera de entender la música”. Su deje por los sonidos más sucios y subterráneos se confirmó con su primer EP (homónimo, 2020) al que siguió Sola y Feliz (Folc Records, 2021), un elepé producido por Paco Loco que les ayudó a sacar la “la garra. Aprendimos a no juzgarnos, a dejar las cosas más naturales, permitir que hubiera imperfecciones. Paco nos dijo: “no sabéis la de bandas de hombres que se creen que hacen todo perfecto y cuando venís a grabar mujeres, os creéis que está peor de lo que está”, cuentan.

Si bien Nos Extinguimos mantiene ese mordisco de punk rock garajero, el álbum, producido por la banda, grabado y mezclado por Raúl Pérez (Pony Bravo) y Borja Pérez en La Mina (Sevilla) — “queríamos un sonido más limpio”—, abre el prisma hacia senderos más pop, incluso psicodélicos, donde las armonías vocales que desarrollan entre las tres son las grandes protagonistas: “ahora no necesitamos meterle tanta caña a lo musical y por eso exploramos más las voces. Es como hacer encaje de bolillos: vamos probando cómo nos quedan los distintos tonos a cada una y es muy divertido. Muchas veces nos olvidamos de qué voces hacemos cada una”, cuenta Rita. Una mayor querencia por la experimentación queda plasmada en cortes como ‘Que mueras bien’, una pieza de folk lisérgico que cierra el disco y muestra su “parte más vulnerable”. Los delicados teclados y la peculiar percusión que se incluye en el tema — “Borja me llevó a unas escaleras, lanzó unas semillas, y luego le dio la vuelta al sonido”, cuenta Supercarmen — junto a la guitarra aflamencada de ‘Horizonte de sucesos’ son esas sorpresas sonoras que evidencian la evolución del conjunto. Una cadencia hispana para reivindicar a “esa música macarra que en los 60’s eran bandas como Los Brincos, Los Diablos Negros y que han quedado relegados a recopilatorios súper raros”, explica Supercarmen. Una labor casi arqueológica con la que también pretenden rescatar a “mujeres que grabaron versiones que generalmente popularizaron bandas masculinas”. Si en Sola y Feliz reivindicaron a Sonia, cantante catalana de los sesenta con ‘Aquí en mi nube’, versión que la artista hizo del ‘Get Off Of My Cloud’ de los Rolling Stones, en esta ocasión, rescatan a la mexicana Angélica María, que versionó en castellano el  ‘Love Potion No. 9’ que popularizaron, entre otros, los Searchers, con su ‘Brebaje de amor’, a la que Supercarmen, Rita y Laura cambiaron parte de la letra: “pensábamos que algunas cosas estaban desfasadas”.

“Hay que analizar quién está a cargo de todo esto, por qué se blanquea a personas que atentan contra los derechos humanos”,

En apenas 24 minutos Tiburona repasan las principales vicisitudes de la sociedad actual con una vis especialmente irónica como reflejan ‘Relación abierta’ (tiene relación abierta/que no se entere su pareja/tiene relación abierta/ahora ya no tiene una mierda), su particular análisis de la complejidad de las relaciones no monógamas — “todas lo hemos experimentado, aunque no sea en primera persona. Empatizamos porque le pasa a mucha gente. Pero no, no todo el mundo es moderno”, afirman entre carcajadas—  o ‘Pensando en ti’, una crítica a la “sociedad de consumo en todas las esferas. Cuando tienes una cosa vas a por otra y nunca tienes suficiente”, señalan.

La reivindicación directa aflora, tanto en lo musical con potentes guitarras, como en lo lírico que (la mentira es su único talento/eres una ficha en su tablero/que se moverá) en ‘Gobierno cero’, corte más punk que señala a la clase política con la terminología que se emplea en psicología: “cuando vienes de una familia con padres psicópatas, es una familia cero; cuando tienes una relación con alguien psicópata, es amor cero. Hay que analizar quién está a cargo de todo esto, por qué se blanquea a personas que atentan contra los derechos humanos”, explica Supercarmen. A medio camino entre el relato de terror y la ciencia ficción, ‘Almuerzo desnudo’, basada en la película homónima de David Cronenberg (1991) —“se menciona a un bicho mitad gusano, mitad insecto con cosas orgánicas muy desagradables, apunta Rita”— , construye a un monstruo que encarna “las cosas desagradables que puede tener un ser: que consuma trata, que gentrifique la ciudad… (vive dentro de un huevo en el Madrid gentrificado/es un macho triste que suelta baba)”. A pesar de “señalar dese la rabia”, las tres no tienen reparos en mostrar su parte vulnerable como evidencian cortes como ‘Errante’, basada en otra película, Teorema de Pasolini (1968), para emular “una especie de pacto con el diablo”, o ‘Persona Favorita Pt.1’ que, con melodías más dulces, representan ese despertar de la nebulosa del enamoramiento: “musicalmente es más ochentero porque es lo que más me ha tirado siempre. Habla de desromantizar el amor, entender las pérdidas, las despedidas”, explica Rita.

Escualas resistentes, la industria musical es otro de los escenarios en los que sobreviven. Una esfera que, reconocen, está “en progreso, aunque aún quedan muchas cosas que mejorar. Nos importa mucho que se planteen referentes. También se sigue mirando mucho la imagen de la mujer; los hombres mayores pueden ocupar todos los espacios, pero las mujeres a partir de determinada edad, no”. Tiburona, la especie que, sin duda, resistiría al impacto de cualquier meteorito.

 

 

PRÓXIMOS CONCIERTOS

24 febrero – Córdoba  Ambigu Axerquía
02 marzo – Barcelona Sala Upload (Montgrí Presenta +Mourn +Dan Peralbo i el Comboi)
30 marzo – Argelita (Castellón)  Carpa de Festivales
27 abril – Madrid El Sol (+ Cometa)
10 julio – Gijón Tsunami Xixón