TOP

Victorias, la primera emoción manda

Analizamos el segundo trabajo de la banda sevillana

 

CARLOS LD

Muchas veces se dice que segundas partes nunca fueron buenas y en cierto modo, es verdad que el camino andado, la expectativa y la incertidumbre, pueden ser una losa difícil de superar. Ante este reto se encuentran Victorias con su nuevo álbum Emocional (Lunar Discos). Segundo trabajo tras debutar con Un puño amable (2022), que les permitió girar por salas siendo bendecidos por Sidonie, a los que telonearon en su Sevilla natal (Sala Custom), asomar en festivales de renombre como el Cruïlla e Interestelar o tocar en Los conciertos de Radio 3. Esto les ayudó a abrirse paso en la escena ‘indie pop-rock’ nacional junto a grupos como Melifluo o Éxtasis.

Aún así, Ire (voz), Rafa (guitarra), Christian (bajo) y Juanma (batería), han decidido mostrarse vulnerables al grito de aquello que les nace de dentro. Como antesala a Emocional lanzaron un anticipo de cuatro temas del disco en forma de EP, titulado No hemos aprendido nada (Lunar Discos). Una declaración de intenciones que deja entrever lo complicado que es hacerse un hueco en el mundo de la música: “se cierra otra persiana / se quiebra nuestro mundo y todo explota” y sobrevivir como banda: “todo resta, nos divide y mata”, haciendo referencia a que durante su carrera pasaron de ser tres componentes, a cinco y en esta etapa cuatro, pero a su vez, con un tono reivindicativo que anuncia que están más unidos que nunca para su propósito: “si quieres, yo voy a querer”.

«Un manifiesto que da respuesta a sus inquietudes y les ayuda a florecer para romper definitivamente esa losa de las segundas partes»

Este mensaje se ve reflejado desde la portada del álbum. Un diseño minimalista realizado por Quem Quem Studios, en el que aparece la imagen de una flor de cristal simbolizando la belleza y la fragilidad que hay en aquellos propósitos que a veces pueden parecer inalcanzables. Mención especial a la producción, repitiendo con Guille Mostaza (Miss Caffeina, Niña Polaca, Cometa entre muchos) que se erige como el otro pilar del grupo ayudándolos a encontrar un sonido repleto de energía y color desde los estudios Alamo Shock al sur de Madrid.

La obra arranca con el tema ‘En círculos’, canción con aires de manifiesto en la cual se repite un mantra: “que no me falle la voz / que no me guarde nada” despojándose de las dudas y los miedos a seguir para continuar con el inicio abrupto de ‘No hemos aprendido nada’. No por ello es un trabajo conceptual. El álbum está formado por doce canciones minuciosamente seleccionadas entre las cuarenta que han compuesto. Con ello, dan lugar a diferentes temáticas en las que se encuentra el amor, con temas como ‘Ojalá’, ‘Yo si te quería’, ‘La mitad de la mitad’ o ‘Todo mi dinero’. La crítica social, a golpe de guitarras con la potente ‘Baila este cabreo’ en la que mandan a la mierda al amigo ‘cryptobro’ que quiere que vendas a tu madre a cambio de humo: “para seguirme dejarás tu vida atrás / malviviendo en el coche el millón se acerca más” o al existencialismo con “Buena cara” y “Seré lo peor”.

Para cerrar el círculo, vuelven a cantar a las dudas en ‘Gravedad’: “¿Seguirás aquí si fracaso? / ¿Me querrás igual si tropiezo? / Lo pregunto y tartamudeo” y la desnudez de ‘Antes de hacernos daño’ donde la voz, a diferencia de todo el disco, resalta por encima de la instrumental: “voy a cumplir cada promesa / reconocer que lo hice de pena / arreglaré las grietas que tenga / y dar lo que tengo, aquello que soy”. De nuevo un manifiesto que da respuesta a sus inquietudes y les ayuda a florecer para romper definitivamente esa losa de las segundas partes. Han encontrando un sonido que les identifica y están preparados para girar de nuevo.