Y Elvis volvió a ser el Rey del Rock
La historia del rock’n’roll está llena de frenéticas ascensiones y decadencias estrepitosas, pero si hubiese que destacar un vaivén de éxito y fracaso ese sería el de Elvis Presley, el Rey del Rock.
Como más tarde experimentaron diversos fenómenos de masas, Elvis atravesó un periodo en el que su carrera musical pendía de un hilo. Un hilo al que canciones como “Hound Dog” o “Jailhouse Rock” dotaban de cierto grosor, pero quizá no suficiente para mantener en órbita una carrera astronómica como la de Presley.
Tras alcanzar el pico de la fama gracias a las apariciones en los programas televisivos de Steve Allen y Ed Sullivan, el Rey del Rock debutaba en el mundo cinematográfico, carrera que continuaría al cumplir con su servicio militar. En marzo de 1961, antes de sumergirse en Hollywood, Elvis escenificaba el que sería su último show en unos cuantos años, concretamente en 1968.
El representante de Presley por aquel entonces, el coronel Tom Parker, poseía un exhaustivo control sobre la carrera del artista de Memphis, privilegio que aprovechó para firmar numerosos contratos cinematográficos. Así, 27 películas fueron protagonizadas por Elvis, la gran mayoría comedias de trama sencilla. Al principio, un gran atractivo de las cintas, aparte de su propia aparición, eran las bandas sonoras. Por ejemplo, su famosa “Can’t Help Falling in Love” formaba parte de la banda sonora del filme ‘Blue Hawaii’. Sin embargo, debido a la alta frecuencia con que participaba en distintas películas, su carrera artística empezó a verse afectada. Los temas que interpretaba para las bandas sonoras menguaban en cuanto a calidad según avanzaba la década, lo que acabó por convertirle en objeto de críticas por ambas partes, la musical y la cinematográfica.
En 1968, Parker llegó a un acuerdo con la NBC, mediante el cual la cadena televisiva se comprometió a financiar un programa en vivo como especial navideño. Este especial tuvo una gran repercusión, ya que supuso el regreso del Elvis Presley previo a la comercialización masiva de su figura. El programa se grabó en junio y se emitió en diciembre del mismo año.
Presley quería encontrar su camino de nuevo y su público quería al ídolo que conquistó la escena musical en la década de los 50’s. La diferencia es que, a finales de los 60’s, la cima del éxito a nivel mundial estaba presidida por los Beatles y los Stones, o lo que es lo mismo, se estaba llevando a cabo la invasión británica. Por lo tanto, era necesario rescatar la figura del Elvis más rockabilly sin que pareciese una pantomima.
En este show, aclamado como el especial más visto del año, se pudo ver al Elvis Presley más genuino, con su chupa de cuero y ese mechón del flequillo que sigue todos sus bailoteos. A lo largo del concierto, intercalado con una mini-película biográfica, Elvis tocó y cantó sus canciones más icónicas. Sonaron “Hound Dog”, “Jailhouse Rock”, “Blue Suede Shoes” y muchos más éxitos. Tal y como señala el crítico musical, productor y mánager Jon Landau: “Hay una especie de magia cuando miras a un hombre que se ha perdido a sí mismo y encuentra su camino de vuelta a casa. Cantó con el tipo de poder que la gente ya no espera de los cantantes de rock’n’roll. Movió su cuerpo con una falta de pretensión y esfuerzo que debió haber hecho que Jim Morrison se pusiera verde de envidia”
Desde luego, este especial no quedó en una mera anécdota. Gracias a él, Elvis recuperó la reputación de antaño, dejando de ser considerado como el actor facilón en el que se había convertido en su paso por Hollywood. Esto le impulsó a volver a grabar para publicar un álbum de estudio. Para ello, se vio inmerso en unas sesiones de grabación de lo más productivas en los American Sound Studio, tras las cuales se estrenaría el disco “From Elvis in Memphis”. Elvis Presley demostró estar en plena forma con una interpretación magnífica en canciones soul, country y rock. De este trabajo surgieron perlas como el single “In The Guetto” o “Suspicious Minds”, que sería incluida en una reedición posterior.
El Rey del Rock estaba de vuelta y quería dejarlo patente también con sus míticas actuaciones en vivo. El 31 de julio de 1969 comenzó una serie de 57 shows en el International Hotel de Las Vegas, que acogió el talento de Elvis durante cuatro semanas. Viva Las Vegas.
A lo largo de su vida y su carrera musical, Elvis Presley pasó por ser rechazado en castings, pasó por convertirse en la voz más atractiva de los 50’s, pasó más tiempo del que debió en Paramount Pictures y remontó el vuelo como solo él podría haberlo hecho, sin dejar indiferente a nadie hasta el día de su muerte y muchas décadas después.
Nadie dijo que la fama y el éxito fuesen un camino de rosas, pero es innegable que la figura de Elvis Presley es (si no la más) una de las más veneradas de la música y es una suerte y un placer seguir viviendo bajo su reinado de rock’n’roll.